Llegué temprano de la Universidad, suspendieron las clases de una profesora, no estaba contento, tenía cólera y pena, quizás de mi propia persona, aunque no estaba seguro.
El día anterior debía ir a la clínica con ella como habíamos quedado, pero lamentablemente a mí me dolía la columna, no podía caminar cómodo, así que le diría eso cuando me llamara, lo hizo pero lo hizo a las 4:30pm, a la hora en la que teníamos que estar ahí, me preguntó: “¿ya estás en la clínica?”- obviamente le dije que no, que estaba mal y que no podría, yo ya suponía que ella no iría (por la hora en la que me llamó), y le pregunté tontamente: “¿tú tampoco estas ahí no?”; no había mucha señal así que se le cortó la llamada, yo tenía mucho sueño y decidí tomarme unas píldoras que mamá solía tomar para dormir.
Me desperté a las 5:45 am gracias a mi despertador, vi mi celular (es lo primero que hago) y vi llamadas perdidas de ella, y un mensaje que decía textualmente: “solo quería saber cómo estas… está bien ya no te voy a llamar por las coches pero esq noc ashhhh y q acs?”. Sonreí, ya que eso indicaba que por lo menos pensó en mí al no haberle contestado, siquiera por no haberme manifestado pensó en que existía.
Le mandé un mensaje disculpándome y explicándole el porqué de no haberle contestado las llamadas, no me respondió, no se me hacía raro, así que llegué a la Universidad pero el profesor no estaba, (también lo suponía) ella había llevado su laptop para que la formatearan, sus amigas y yo la esperábamos en la clase. Se la pasaron casi tres horas hablando de sus cosas, tanto fuera como dentro de clase, más de una vez me daba cuenta que no sabía que hacia ahí, en parte me decía que debería irme, pero lamentablemente ella lo tomaría a mal, no tenía como acercarme ya que las ganas de hacerlo ya se me estaban acabando de a pocos, ella sabía que a mí no me gustaba el hecho de no tratarnos como lo que somos “enamorados” pero a ella no le gustaban los abrazos y nada por el estilo, su motivo era que no quería adelantarse a las cosas, no quería cometer los mismos errores, era lógico pero no contaba con que yo me sentía mal porque ella hacía eso, simplemente me sentía mal al ver a mi enamorada, (si es que todavía podía llamarla así) conversando con todos y prácticamente yo no estaba, me daba cuenta que si no estaba ahí no haría mucha diferencia, recordé eso cuando ella una vez me lo dijo, y pensé que tenía razón, quizás pensaba así porque era el culpable y no debería haberle dicho para estar, ya que ella no me lo pidió tampoco o por lo menos no me lo demostró, quizás el error lo cometí yo desde el principio y eso es lo que estoy pagando; yo era el error, no ella.
Supuestamente las relaciones son para sentirse bien y a gusto con una persona, compartir algo juntos (sino es que todo), y que se quieran contar el uno con el otro, pero éste no era el caso, yo no me sentía mejor, y no contaba con ella para algunas cosas, cuando ella me pregunta algo es para alguna cosa en especial, nunca me preguntaba si me sentía bien, no la culpo quizás yo soy el que no me mostré interesante, y no pienso como cualquier chico de la edad.
Cuando ya habían terminado de formatear su laptop, me acerqué a ella, y le dije si ya podíamos irnos pero no, no quería porque el enamorado de su amiga llegaría a recogerla, en mi mente pasaba la idea de: “y eso que tiene que ver con nosotros, ¿por qué tiene que depender de las otras personas, no se supone que su enamorado soy yo y tenemos que darnos un espacio?”, no le discutí, iba a ser en vano y peor en ese lugar, habían algunos compañeros nuestros ahí sentados y conversando.
Le dije a su amiga que pregunte a su enamorado si demoraría, para ver cuánto podía esperar, me dolía la columna y eso me preocupaba más que otras cosas en ese momento, su amiga lo llamó y le dijo que estaba por salir de su universidad, y demoraría lo que se demora el carro, entonces le dije que podíamos ir saliendo, para qué esperar dentro de la Universidad, menos mal que me hizo caso (eso fue raro), pero Priscilla no quería, se quedaría sentada con su laptop, no sabía para qué, ya no soportaba mi columna así que le dije a Romina que yo si me iría de verdad y si Priscilla estaba jugando que por favor la apurara, eso hizo y salimos, ella se despidió de nosotros y yo me fui a tomar el carro con Priscilla.
Mientras caminábamos me ponía a pensar él porqué era así en ese momento, porque me trataba así, o mejor dicho porque no me trataba, la relación no se podía llamar así, éramos amigos que se despedían de beso en la boca, se notaba demasiado que estaba algo inconforme, desde temprano estaba así, recordé la noche en la que me había dicho que yo tenía la razón y que haría lo que habíamos quedado (tratarnos como debería de ser), recordé nuevamente que no le gustaba ninguna muestra de afecto, nada; tenía ganas de abrazarla, pero me desanimé inmediatamente después de haber pensado en su manera de no tratarme, según ella toda la clase ya sabía que éramos enamorados, eso no estaba mal, lo malo era que yo iba a escuchar algunos comentarios como: “y se tratan siempre así?, ¿porque no se les ve abrazados y coqueteando como antes?”, ese era el punto; antes estábamos más cómodos porque nos gustábamos y nos gustaba el hecho de que nos molestaran, me gustaba la idea de que sería mi enamorada y la podría abrazar, besar, contar más con ella y hacerla sentir bien y yo también me sentiría cómodo y con alguien que me quiera, pero no, esa no era la realidad, ella no me mostraba afecto alguno, no me mostraba interés, llegaba a pensar que no estaba conforme y cuando hablaba con sus amigas, me daba cuenta que incomodo estando ahí, que no puede hablar cómoda porque estoy frente a ella, sus amigas se quedaban calladas por temor a que yo me incomode y me enoje con ella, no sabían que más me enojaba el hecho que ella no me tome en cuenta, que me siento su acompañante para que no se vayan solas, ya lo había pensado y lo seguía haciendo pero con más intensidad cuando estaba en el micro que me llevaba a casa, le diría para terminar lo que nunca había empezado, pero esperaría a la fiesta de la hermana de Romina, a la que iríamos el viernes, le pedí a un amigo que me acompañe ya que me aburriría estando solo, ya sabía que pasaría, y no estaría muy bien, esperaría ese día y si aun así no me sentía bien y ella seguía haciendo lo que hacía, lamentablemente le diría que no debería estar conmigo, no éramos iguales, no sabía si estaba equivocado, pero si notaba la diferencia entre muchas parejas y nosotros.
El día que me dopé con las pastillas de mamá tuve un sueño que quise escribir:
Terminaba con ella, se lo decía y ella lo tomaba normal, no me sorprendía, intenté alejarme para no enamorarme y no sentirme mal, después de 2 semanas, ella salía con un chico, era conocido en la facultad era de un año inferior, por un momento pensé que estaría igual que yo, que el pata se aburriría del comportamiento de Priscilla pero no, no paso así, ella lo trataba bien, como si estuviera plenamente enamorada de él, como si lo conociera de hace mucho tiempo y se notaba que se llevaban bien, me sentí contento por ella y triste por mí, ya que no podía estar así, ya que tampoco podía darle esa felicidad a ella.
Un día hablé con su amiga más cercana, y me preguntó como estaba y si salía con alguien, yo le contesté - no salgo con nadie - no invito a salir a alguien porque me gusta, ella no me entendió, e inclusive lo tomó a mal pensando que me refería a Priscilla, pero me di cuenta a tiempo de que no me iba a entender y le dije que no, que no salía con nadie, que me la paso estudiando nomas y que así era casi todos los días, ella me dijo que se me notaba que no estaba bien, que después de terminar con Priscilla ellas salieron porque era el cumpleaños de un amigo suyo de la facultad, ahí conoció al chico, y se había besado con él, salieron 2 días y él le dijo para estar y ella aceptó, me dijo que lo trataba de esa manera porque no quería tratarlo como a mí, aburrirlo y hacerlo sentir mal, tenía vergüenza de que el piense mal de ella. No sabía que decirle, me hizo pensar, y me deseo suerte, yo hice lo mismo y se despidió.
Por mi parte no hacía más que lo mismo de siempre, estudiaba un idioma para mejorar mi memoria, leía libros en los que el personaje tenía que tener un carácter distinto a las personas normales, escuchaba a Debussy; y como todas las noches escuchaba su hermoso “Claire de lune” antes de dormir.
El trato con ella era muy distante ya que se la pasaba con su enamorado, me miraba indiferentemente, él era muy celoso, y se notaba que era el típico chico coqueto y que todas las chicas quieren estar con él, y el buscaba por otro lado algo mejor, no podía vivir sin salir con chicas y le era muy fácil sacarle la vuelta a la chica con la que esté con él, yo quería hablar con Priscilla sobre eso, pero no tenía oportunidad, y si lo hacía quizás lo tome como si estuviera celoso, y que estoy reaccionando mal porque habíamos terminado y no quería verla feliz ya que yo no lo estaba tampoco. Solo la miraba y me limitaba a saludarla, los grupos de universidad ya no eran con sus amigas, estaba con personas que ni conocía.
Entre las personas que estaban en mi grupo, conocí a una chica, era mayor que yo (como siempre) era linda, se mostraba interesada en mí, pero yo no hacía lo propio, aun quería a Priscilla, y ella lo sabía porque llegamos a ser muy buenos amigos.
Cuando ya conversábamos de cualquier cosa, y parábamos juntos haciendo todo ya que no había encontrado confianza en otra persona más que en ella, las otras personas ya nos molestaban, el grupo de Priscilla me miraba como si fuera un extraño, solo me saludaban, la amiga cercana a ella me preguntó si estaba con Claudia (ese era su nombre) le dije que no, que solo éramos buenos amigos, no me creyó del todo (no me creyó nada), pensó que salía con ella a escondidas y hasta que me acostaba con ella, afortunadamente esos comentarios no le importaban a Claudia, me decía que sabía exactamente como era y que por eso necesitábamos estar juntos, realmente me entendía mucho y yo a ella, pero tenía ese miedo que me produjo el estar con Priscilla, que se malogre la relación después de estar, me dijo que sería como cuando estaba con Priscilla, así que le dije necesitaba pensarlo, que también la quería pero que me entienda que no era fácil, (tampoco la iba a aburrir, era muy buena y valía la pena en verdad) me dio unos días, y una mañana entrando a clases me preguntó, “y? , lo pensaste, ya sabes lo que puede pasar si dices “no” y si dices “si” lo peor que puede pasar es que te dé un beso en frente de todos”; me hizo reír y me confirmó que si valía la pena intentarlo, fue cuando me dio un beso en frente de las personas que estaban ahí y en frente del catedrático que nos tocaba en esa hora, él se rió y me dijo como bromeando “no que no estaban” ella se rió y me dijo que estaríamos bien mucho tiempo, que no nos preocupemos de nada porque todo iba a caer por su propio peso.
No tardó mucho en que la noticia llegue a los oídos de Priscilla y sus amigas, su amiga cercana me dijo que era un mentiroso, ya que según ella yo estaba con Claudia desde hace ya unas semanas, no le discutí porque no me entendería, decidí no preocuparme, (porque ya estaba perdiendo esa virtud) y hacerle más caso a la que era ahora mi enamorada, no se merecía que me preocupe, por arreglar problemas que no se podían arreglar sin el consentimiento del otro, pero si lo hubiera hecho ella igual me entendería.
Cuando llegué un día a clases tarde y el profesor cerró la puerta, me encontré a Priscilla, la saludé y la noté triste, no sabía si preguntarle qué había pasado, y cuando ya lo iba a hacer, me llamaba Claudia, preguntándome si me había quedado contando mis pasos, le dije que no llegué a tiempo y que la recogería cuando el profesor termine su hora, Priscilla me dijo:
- “¿Te llevas bien con ella no?” –
- Si, estamos bien, gracias ¿y tú? - (ahí me sentí tonto, no podía aguantarme esa pregunta, aun me preocupaba)
- Más o menos - me contestó, no es muy bonito cuando confías mucho en alguien y él no lo considera.
- ¿Que te hizo tu enamorado? -
- Nada, no te preocupes, ya pasará, como tú dices, hay que sentirse siempre bien ¿no?-
- me extrañó que recuerde lo que siempre le decía cuando éramos enamorados, le dije que podía contar conmigo si quería conversar con alguien, que yo la podía entender, y que si gustaba podíamos ir a otro lugar ya que se notaba que sus ojos estaban algo hinchados.
Bajamos, tomamos agua mineral, y nos sentamos en la cafetería que no quedaba muy lejos de ahí y podíamos conversar a gusto (era la primera vez que conversábamos así), me contó que se había enterado que su enamorado salía con otra chica mientras estaba con ella, me daban ganas de decirle - “pero si se notaba que era un pendejo de mierda, te hubieras quedado conmigo y ahora no estarías llorando”, me dio mucha pena verla así (también era la primera vez que la veía así), la abracé y le dije que algunas personas no valían la pena ni siquiera para acordarse de ellas, me dijo: “si, tienes razón por eso a veces pienso que no debí tratarse así, te merecías más que un simple beso de saludo y despedida, cometí el error con el chico ese y me metí con él porque no sabía si estando sola estaría bien”. La abracé más fuerte, y me dijo que yo ahora si había encontrado a alguien que me quería de verdad, que no le caía al principio pero cuando se enteró que estaba conmigo pensó que debería de ser una buena persona si yo la trataba y me caía bien, según ella yo sabía elegir a las personas; me deseó suerte con Claudia y yo no supe que decirle.
Cuando regresamos a clases ella me dijo que no lo hiciéramos juntos, temía que me viera Claudia junto con ella, yo le dije que no habría problema, que no tendría por qué enojarse, no me creyó y se fue al baño, yo subí y me encontré con Claudia, me preguntó qué libro estaba leyendo mientras estaba de vago, le dije que ninguno que me había encontrado con Priscilla y que habíamos hablado, le dije que se sentía mal y me había ofrecido a ayudarla; se me quedó mirando, no sabía que podía pensar, hasta llegué a pensar que se iba a ir sin decirme nada y que en unos minutos me diría lo que de verdad estaba pensando, pero no; me dijo suavemente : “Si fueras otra persona te daría una cachetada, pero sé que no harías nada indebido que me haga sentir mal; espero que Priscilla este mejor y que tu no pienses que estoy enojada, dame un beso y hablemos lo que el profesor ha dejado” no esperaba menos de Claudia, pero en mi mente estaba Priscilla aun llorando, y lamentándose de lo que había hecho.
Cuando pasaban los días veía a Priscilla aburrida y sin ganas de muchas cosas, uno de esos días me acerqué a ella, Claudia sentía curiosidad de tratarla, se la presenté, ella nos vio bien y nos dijo que estaba bien que alguien ya me haya hecho caso, todos nos reímos, y me sentí más cómodo, ese día salimos a comer.
Ya al terminar la universidad, yo tenía que irme a Lima, Claudia tenía un problema en casa, su padre había muerto, y los problemas económicos eran realmente notorios, yo la ayudaba en las cosas de la universidad, yo ya trabajaba, y me hacía cargo también de algunas cosas de mi casa, ella ya sabía que me iría a Lima, y contaba con su padre para también ir conmigo a seguir estudiando, no se iba a poder, se quedaría trabajando para sostener a su familia, me dijo que no era mi culpa que me entendía, no estaba en nuestros planes, lamentablemente las cosas pasa por que tienen que pasar, me sentí vacío cuando escuchaba que me decía lo que yo siempre digo.
Cuando estaba esperando al bus, y despidiéndome de Claudia viéndola en el palco del terminal junto con mi madre, le dije a Claudia que nada iba cambiar entre nosotros, eran 6 meses los que me tenía que ir, seguiríamos hablando como siempre, pero ella quería terminar conmigo porque no sería igual a pesar de que sabía que estaríamos en completo contacto y que sabía que no haríamos nada que al otro le haga daño, eso fue lo único en lo que no la entendía, no me quería decir porque, yo suponía que era porque tubo el problema de su padre y su nueva realidad era muy dura.
El bus estaba por partir pero no lo hacía porque faltaba un pasajero, yo vi una mochila a lado de mi asiento, voltee y me despedí de Claudia y de mamá, mamá me llamaba mientras me miraba en el bus, le dije que la llamaría cuando llegue a Lima y que a Claudia también, corté, me dijeron adiós con la mano y se fueron, el carro seguía esperando a la persona que faltaba, cuando escuché las quejas de las personas, al parecer la persona ya estaba llegando, yo seguía viendo por la ventana, y el carro ya arrancaba, cuando me di vuelta para sacar un libro, al lado estaba Priscilla arreglando sus cosas, se sentó a mi lado y también le tomó por sorpresa el verme, me dijo: “seguro que no te habías acordado que yo también me voy a Lima”…
Me había dopado casi 12 horas era lógico que haya tenido un sueño así.