martes, 26 de abril de 2011

Lunes 20 De Diciembre

Hoy lloré después de llegar de la clínica, le regalé un chocolate a Priscilla y me di cuenta que tenía minutos libres para poder llamarme, pero antes me dijo que nunca le había venido el bono, no me quería hablar, tampoco le pregunté y no le dije, no hubo oportunidad en ese entonces, yo me fui temprano a la clínica, y me despedí de ella, ella me puso la mejilla, y solo la vi por un segundo fijamente mientras la besaba en la mejilla, cuando expuso se veía muy bien, pero ya no era como antes, de regreso a casa, escuchaba unas canciones que me identificaban mucho en ese momento o en ese día, haría mi último detalle aunque no sea muy detallado, si no ocurre nada y no hay un porque, tendría que decirle así me duela demasiado (como sé que va a doler) decirle: “ya no es muy bueno que estemos juntos, bueno aunque ya no lo estamos, ya no funciona, ya no hay nada, no te sientes feliz y si no eres feliz no tiene caso”, yo también me pongo mal, soy muy sentimental y hasta dramático pero solo lo pienso y me doy cuenta que estoy solo de nuevo, intento acercarme a ella pero no hay forma de que lo consiga, me cortaba como mejor podía, con su linda sonrisa y tratándome como amigos, como antes, pero no éramos solo amigos sino que supuestamente éramos enamorados, le decía “te quiero” por Messenger y me decía: “chao, hasta mañana”, y por teléfono era igual, podía llorar solo abrazando a mi perro viendo la noche como hoy lo hice, le hablé diciéndole que no había porque preocuparnos, yo era así y así era mi suerte, enamorarme antes de que la otra persona lo haga, quien me manda a anticiparme, cuando mi perro me miraba y ponía su cabeza en mi muslo me di cuenta que necesitaba a alguien que me quiera, Priscilla no quería que lo la quiera o por lo menos como yo lo hacía, me sentía muy mal al saber que me muero por ella, pero ella sentía solo cariño por mí, ella aun besa a su amigo, y se siente mal por hacerlo creer que lo quiere, quiere decirle que no pero no puede por no hacerlo sentir mal, no quiere ser ella la que diga “sabes que, esto ya no funciona”.

Hare la carta que prometí, pero sé que cada vez que escriba su nombre me acordaré de las llamadas que le hacía y me contestaba de mala gana, y como si no quisiera escucharme, su “chao, hasta mañana”, bueno así es y no puedo cambiar la realidad, aunque me haga llorar y pensar cada vez más si así será para siempre.

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