domingo, 1 de mayo de 2011

Lunes 21 De Marzo

El día de ayer, hable con Pris por Messenger, me dijo que se sentía mal y que quería contarle a alguien lo que le pasaba, me puse a su disposición, (siempre lo estaré) le dije que contara conmigo, que me cuente para ayudarla, me tomó la palabra, trataba de que no se sentía bien, lloraba sin sentido estando sola, no quería incomodar a su familia con la que vivía, y tampoco quería preocupar a sus padres que están en Arequipa, me puse en su lugar ya que yo también me sentía así por unos días, no supe como empecé a sentirme normal, y acomodarme a las situaciones, pero al parecer ella no podía, lo disimulaba, pero no se sentía para nada bien, y eso me preocupaba, y cada vez más cuando me decía las cosas que le pasaban.
Le dije que debía intentar dejar de pensar en eso, que es normal que los extrañe y que le cueste un poco acostumbrarse, pero lo que le estaba pasando podía tener otras consecuencias, no quería que se enfermara, me dolería mucho verla así, no se me ocurría nada ya que ella tampoco encontraba porque se sentía así exactamente, era soledad según yo pero era algo más, el cariño que le daban en Lima era distinto, y parece que era eso, necesitaba ir a Arequipa siquiera unas horas.
Le dije que podíamos ir, me dijo que no tenía dinero pero yo le podía prestar, pero no, ella firme me dijo que no le gustaba (a pesar que ya sabía), pero también le expliqué que no me importaba eso en ese momento, más me importaba que se ponga bien, el dinero era lo de menos en ese momento. Solo la quería ver contenta, y le dije que lo piense, creí que no me preocuparía tanto, pero si lo hice y muy bien, luego mostré mis sentimientos un poco más de lo debido y le dije que si ella estaba mal yo también lo estaría, que todo valía la pena solo si ella estaba bien, quizás se dio cuenta de lo que aun sentía o quizás no, pero me pidió disculpas si alguna vez me trató mal, que no me lo merecía, porque era bueno, en ese momento me dieron ganas de abrazarla, poder tenerla a mi lado y decirle que cuenta conmigo para todo, que siempre contara conmigo, casi se me derrama una lágrima, pero me contuve, cerré los ojos y la imagine sonriendo, luego vi su foto del Messenger, y sonreí tranquilamente.
Antes de despedirme le dije gracias, que me gustó mucho la conversación y le agradecí que haya contado conmigo, le recordé lo del viaje, y también le dije que disfruté mucho ese momento; esa noche después de muchas, volví a soñar con ella.
El día siguiente hablamos por Messenger de nuevo me preguntó si podía ayudarla en un tema, le dije que sí, que contara conmigo, me lo agradeció me dijo que me llamaría para confirmarme al hora en la que nos encontraríamos, pero antes me dijo algo así como un testamento, yo me asusté por un momento pero también pensé que era una broma, casi al final de la conversación me dijo que ya no era un simple amigo, que era un “Jimmy” (ese es el nombre de su hermano), en ese momento me puse a pensar (creo que ya encontré el final del libro).

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